La elección de la pareja ideal, es cuestión de darse la oportunidad

Generalmente vamos por la vida esperando que aparezca la persona ideal, esa que va a cumplir con todos los requerimientos y requisitos que nos hemos establecidos.

Para esta conversación vamos a revisar primero de dónde han surgido esos estándares de calidad que le exigimos a la pareja, antes de entrar en el proceso de la elección.

En primer lugar es necesario entender que todos hemos desarrollado nuestro patrón sexual de elección a través de nuestra experiencia en la vida, nuestras vivencias y las oportunidades de experimentación que hemos tenido a la disposición.

El patrón sexual es el que define esas características que nos atraen de otros y es por eso que algunas personas no parecen atractivas y otras no, haciendo también que la percepción de la belleza sea relativa.

Los medios de comunicación han masificado los patrones sexuales, mostrando siempre las tendencias. Estas terminan siendo las referencias de las generaciones que están en proceso de definición de sus patrones sexuales.

Estos patrones son más o menos exigentes, lo que hace que veamos características similares a las que deseamos en mayor o menor medida.

Imaginemos que existe una persona ideal, única y especial, sólo una, destinada para cada persona. Solamente al estudiar las probabilidades sería casi imposible que si esa persona nació en la misma época que tu, se encuentren y se conozcan. Aunque los cuentos y las novelas nos muestran que sólo hay una persona para cada uno de nosotros, la realidad es que nos condicionamos a pensar que eso es cierto y decidimos que la persona que cumpla con nuestro patrón sexual será aquella única y especial, destinada para nosotros.

No quiere decir que la persona seleccionada no sea única y especial, por el contrario esa persona y tú son especiales, porque se dieron la oportunidad de estar juntos y compartir todo aquello que deseaban compartir.

Pero, supongamos que no hubieses ido a ese restaurant, fiesta, etc, donde conociste a esa persona y donde te presentaron a esa persona que has seleccionado ¿crees que lo hubieras conocido en otro sitio? ¿crees que te hubieses quedado solo (a)? ¿crees que hubieses conocido a otra persona?

La respuesta más probable es que hubieses conocido a otra persona, pero para los que tienen pareja, la respuesta más probable es que a lo mejor se hubiesen quedado solos, porque no hay nadie como esa persona que ya encontraron.

Como vemos lo que pasa no es que la persona sea única, sino que por razones de decisiones, ambos han permitido conocerse y adaptarse el uno al otro y a aceptarse.

Este proceso de conocimiento, aceptación y exploración del otro es el que define si será o no la persona que hemos estado esperando. Pero, si no es, ni modo hay que seguir buscando y dándose la oportunidad compartir con otros.

La interacción es la que genera la relación de pareja, no cosas mágicas, ni superiores, una interacción continua con alguien puede generar la unión de los mismos en pareja, pero la falta de interacción en una pareja, puede también generar la separación y el fin de la relación.

En fin, hay que abrirse a la oportunidad de conocer a las personas y entender que puedes conocer a miles de personas especiales, pero tu decisión es la que tiene la última palabra para saber a quién te entregarás, pero también a quién te vas a seguir entregando en cada momento de tu vida.

Las batallas se ganan estando dentro

Muchos creen que salirse de una situación te va a ayudar a resolverlo, sin embargo, verlo desde afuera es diferente a salirse de la situación.

Muchos ejemplos nos muestran que salirse no es la solución, si algo no te gusta, debes quedarte dentro para lograr cambios.

Si una organización tiene cosas que no te gustan, debes quedarte dentro y resolverlo, si un país tiene problema, la forma de resolverlo es estando, no marchándote, si tienes una pareja y quieres resolver algo, debes estar, no debes irte....

La pregunta es: ¿será que quieres resolver el problema?

Si la respuesta es NO, pues nada que decir, irte sería una solución sana, ya que evitarías desgaste.

Pero si la respuesta es SI, la única forma de resolverlo es estando dentro, es quedarte, es luchar, por tu organización, por tu trabajo, por tu país, por tu pareja, por lo que deseas.

Para finalizar te muestro algunos ejemplos: los espías son personas dentro de las organizaciones, países, relaciones, pero nadie duda de las ventajas de tener a alguien dentro de la competencia para indagar qué está haciendo, para tu sacarle provecho, nunca veremos a un espía desde afuera, para indagar, porque ellos saben que estando dentro es que podrían tener las herramientas, el poder, la influencia, para lograr lo que desean.

Te invito a que permanezcas dentro cuando quieres solucionar algo, no abandones, no huyas, no te vayas, porque desde afuera solo podrás mirar, no tendrás influencia.

Viviendo a plenitud

¿Será importante vivir bien?

Esta pregunta no es la más común, porque la respuesta parece obvia, pero cuando le aplicamos ciertos criterios de evaluación parece que la respuesta es obvia, pero no hacemos mucho para vivir bien.

Hagamos un ejercicio, que mi familia y yo realizamos hace ya algún tiempo:

Para esto deberás tomar una hoja en blanco e ir contestando en ella las respuestas a las siguientes preguntas. Sólo haré 5 preguntas básicas para que luego agregues todas las que quieras y sientas que complementarían tus propias interrogantes. Ahí vamos:

1. ¿qué es vivir bien? describe todas aquellas cosas que te harían sentir bien.

2. ¿qué de las cosas que hay en mi vida podría modificar y podrían hacerme sentir mejor? no tomes en cuenta limitaciones geográficas, económicas o políticas, solo escríbelas.

3. ¿qué tendría que hacer para alcanzar esas cosas que escribí antes? comienza a escribir las soluciones como si fuesen posibles, no te limites.

4. ¿cuántas de esas cosas ya he comenzado a hacer? de esa lista que ya elaboraste, marca las que ya empezaste a hacer.

5. ¿cuánto tiempo le dedico a esas actividades que me harían sentir mejor?


Cuando hicimos este ejercicio, empezamos a escribir cosas como las que verás a continuación, son cosas que compartiré contigo:

1. Vivir bien para nosotros significa, sentirnos en paz con todo el entorno, hacer las cosas que nos gustan, sentirnos seguros y libres de actuar. Levantarnos a la hora que nos provoca, no depender de nadie, tener nuestro propio negocio y disfrutar de las maravillas del mundo.

2. Entre las cosas que teníamos que modificar encontramos: pararnos a una hora más decente para nosotros, no en la madrugada para llegar temprano, evitar las colas, vivir en un lugar con más seguridad, no usar ropa formal tantos días a la semana, ir a la playa, la montaña, hacer ejercicio, dedicarle más tiempo a la niña.

3. Entre las cosas que teníamos que hacer eran dejar de trabajar para otra persona, generar ideas que nos permitieran tener nuestro propio negocio. Mudarnos de Caracas, salir a pasear, compartir en familia. Establecer tiempos de relax familiar.

4. Ya había empezado por cambiarme de trabajo, establecer tiempo con la familia, pero me faltaba mudarme de Caracas y hacer más viajes familiares.

5. Ahora con respecto a la última pregunta, admito que actualmente le dedico todo el tiempo a cumplir con eso que me hace sentir bien. Ya nos mudamos a Margarita y actualmente trabajo en la mañana cuando me levanto y en la noche, pero lo mejor es que la tarde la dedico a ir a la playa, la piscina, la montaña, conversar y compartir con la familia y a los negocios que en poco tiempo nos permitirán seguir mejorando nuestra independencia.

Espero que ustedes haya completado su encuesta y hayan reflexionado sobre lo bien que podrían vivir, si piensan en las cosas que los harían felices.